Todos asociamos los colores de manera casi universal.
Por ejemplo:
- El sol siempre le pintamos amarillo
- El cielo y el agua en azul
- La naturaleza en verde
- La tierra en marrón
Es algo que desde pequeños nos lo enseñan y a la hora de representar el sol, el agua o un árbol siempre los pintaremos igual, en New York, Sidney, Tokio o aquí, los pintaremos en amarillo, azul y verde, respectivamente.
Esto también ocurre en ciertos hechos cotidianos.
En occidente, cuando asistimos a una boda, observamos que la novia va de blanco, que simboliza la pureza e inocencia.
En los funerales la gente tiene la costumbre de ir de negro. Se dice que los antepasados se vestía de negro para que el espíritu del fallecido no se quedara dentro del cuerpo de uno de ellos.
En los países orientales, como en China, los novios visten de rojo que simboliza el amor divino.
Observemos las siguientes imágenes:
Al ver las dos imágenes, nos trasmiten algo: la primera tristeza y la segunda alegría.
Algo muy característico en las imágenes que hacen que nos trasmitan algo son los colores que tenga la imagen, lo que hay en la imagen (en nuestro caso son dos dibujos).
En la primera imagen, los colores son oscuros y melancólicos: gamas de azules, grises o violetas.En la segunda imagen, los colores son vivos y luminoso: amarillos, verdes o naranjas. Además de los colores, los protagonistas de ambas imágenes, ya de por sí nos están transmitiendo cómo se sienten.
Una imagen, una fotografía o una obra, solo con ver el color que predomina, nos trasmite un sentimiento o sensación. Luego ver lo que hay refuerza ese sentimiento.